Niebla, humedad y para colmo un destino con nombre de película de miedo: Ballinaoscura, Escondida en lo que fueran tierras del monasterio de Valdedios y camino de penitencia en la celebración de la Cincuesma, esta aldea se presenta luminosa y acogedora a los caminantes que van hacia el alto de La Campa para visitar la iglesia de Santa María de Arbazal, en una de las representaciones místicas mas sentidas y genuina de las creencias populares.
Fueron en esta jornada los corzos quienes pusieron la nota selvática entre estos bosques caducifolios que son una bendición para los sentidos. Eusebio Llorca, Rosa Rubio, Isabel Hernández, Cuadra Sánchez, J.M. Puente, Enrique Mijares, Gonzalo Gil, Jesús Magdalena y Ángel Suárez como niños en el recreo se dejaron arropar por el incipiente sol que brilló entre la niebla y se pusieron a pintar.
Acuarela de Rosa Rubio.
Acuarela de Isabel Hernández.
Acuarela de J.M. Puente.