Siempre la Ría.

 

La ría de Villaviciosa es como tener un as en la manga para aquellos días que las ideas están un poco lentas y cuesta trabajo decidir a donde ir a pintar, después de tomar el café mañanero, al que nos acompañó Amelia Ballina, y cambiar impresiones, Enrique Mijares, Eusebio Llorca, José Miguel Beneyto, Gonzalo Gil, Cuadra Sánchez y Ángel Suárez se encaminaron sin prisa hacia la playa de Bonhome donde se reunieron con Tere Mieres y Andrés Suárez para asomarse una vez mas a uno de los muchos y  sorprendentes paisajes que nos ofrece a cada momento este trozo del Paraíso y pintar.

He aquí el resultado:     

       

Acuarela de Gonzalo Gil.

 

Acuarela de Tere Mieres.

Acuarela de José Miguel Beneyto.

Acuarela de Cuadra Sánchez.

Acuarela de Enrique Mijares.

Acuarela de Eusebio Llorca.

Acuarela de Eusebio Lorca.

Acuarela de Eusebio Llorca.

Acuarela de Ángel Suárez.

Cuadra Sánchez y Tere Mieres.

Eusebio Llorca.

José Miguel Beneyto.

Enrique Mijares y Gonzalo Gil.

Andrés Suárez, Eusebio Llorca, José Miguel Beneyto y Cuadra Sánchez.

Viñón.

 

Día de pintura en la iglesia de Viñón, en la imagen J.M. Puente aprovecha el cabildo de la iglesia como estudio para trabajar sus acuarelas después de una semana de intenso trajín que tuvo a los miembros del grupo al borde de un ataque de nervios, inmersos en las jornadas de acuarelistas en las que se emplearon a fondo para que fueran (y fueron) un éxito de participación y de organización a las que ni la lluvia consiguió empañar su esplendor. Se unió a la jornada para disfrutar de la pintura Jesús Magdalena.

       

Acuarela de Rosa Rubio.

Acuarela de Isabel Hernández.

Acuarela de Gonzalo Gil.

Acuarela de Eusebio Llorca.

Acuarela de J.M. Puente.

Acuarela de J.M. Puente.

Acuarela de Cuadra Sánchez.

Acuarela de Enrique Mijares.

Acuarela de José Miguel Beneyto.

Acuarela de Jesús Magdalena.

Eusebio Llorca y Rosa Rubio.

Cuadra Sánchez.

José Miguel Beneyto e Isabel Hernández

Un nombre inquietante.

 

   Sariegomuerto con su curioso nombre está escondido en un vallejo a los pies del alto del Pedrosu temible, (el Pedrosu) en otros tiempos cuando las fuertes rampas de la carretera, unidas a los medios de transporte que dejaban mucho que desear, ponían el alma en vilo de los viajeros y era la principal vía de comunicación entre el Centro de Asturias y el Oriente.

   Pues los pintores de Nieblastur se acercaron a este lugar, que tiene una iglesia que se data como románico tardío y ya aparece en los documentos de Ordoño II en el año 921, se acercaron digo, para sufrir una de las jornadas de mas calor de este otoño que Enrique Mijares, Eusebio Llorca, Cuadra Sánchez, J.M. Puente y Ángel Suárez soportaron con estoicismo.

              

Acuarela de Enrique Mijares.

Acuarela de Eusebio Llorca.

Acuarela de J.M. Puente.

Acuarela de J.M. Puente.

Acuarela de Cuadra Sánchez.

Acuarela de Ángel Suárez.

Eusebio Llorca y Cuadra Sánchez.

J.M. Puente.

Los pintores disponen...

 

   Los pintores disponen y luego sale lo que sale y no sale mal, pues esta jornada que estaba planeada al extranjero se terminó en La Barquerina, que sin ser tierras exóticas ni paisajes lejanos llenó de contento los corazones y de acuarelas un Sábado de Gloria mas.

   Eusebio Llorca, Enrique Mijares con las facultades mermadas (las físicas, claro), José Miguel Beneyto, Amelia Ballina, Ángel Suárez y J.M. Puente, esperaron pacientemente a que la densa niebla se retirara para dar comienzo a sus trabajos mientras hablaban de los cercanos actos que celebrarán con motivo del IV Encuentro de Acuarelistas que serán realidad los próximos días 14 y 15 en Villaviciosa.

LA BARQUERINA.

Acuarela de Eusebio Llorca.

Acuarela de Enrique Mijares.

Acuarela de Amelia Ballina.

Acuarela de Amelia Ballina.

Acuarela de J.M. Puente.

Acuarela de J.M. Puente.

Acuarela de José Miguel Beneyto.

Acuarela de Ángel Suárez.

José Miguel Beneyto y Amelia Ballina.

Eusebio Llorca.

José Miguel Beneyto y J.M. Puente.

Amelia Ballina.

Enrique Mijares.