Llegar a pintar a la playa temprano, cuando esta parece que ha sido recién fabricada, cuando el sol empieza a barrer la helada y las nubes dejan entrever lo que será un día radiante, es un espectáculo para disfrutarlo como si fuera el primer amanecer de la creación.
Los pintores de NIEBLASTUR-Acuarelistas montaron sus caballetes en este el arenal que fue escenario de las correrías de los dinosaurios allá por los tiempos de María Castaña, que ahora, durante el verano, es tendedero de cuerpos impregnados de bronceador con olor a chumichurri, y pintaron un Sábado de Gloria mas hasta que las brisas marinas despertaron en ellos un apetito voraz que se vio mitigado a su debido tiempo.




















